suenan vientos de guerra en oriente medio !!!
Las noticias que llegan de Oriente Medio, como no podía ser de otra manera dada la internacionalización por la fuerza de un conflicto doméstico, son alarmantes, por lo que merecen una serena reflexión, dada la gravedad de las especulaciones que circulan en los medios de comunicación. Para no traicionar a la costumbre, el Secretario General de la Liga Arabe,Amro Musa, repetía en El Cairo, durante la reunión preparatoria de la próxima Cumbre de Ryad de jefes de Estado de la Organización, que “el ambiente general de Oriente Medio depende del problema palestino y su trayecto, y cualquier acción para realizar un cambio verdadero en Oriente Medio estáíntimamente relacionado con elproblema palestino”. Irak, Irán,Palestina, Sudán, Libia, Afganistán,Pakistán o Líbano dejarían de seres cenarios de conflicto y vivirían en paz
y armonía si los palestinos tuvieran unEstado reconocido por la ComunidadInternacional – y por sus
amigos
árabes,por supuesto, que se lo han negado desde décadas -; no habría dictadores en Oriente Medio, y probablemente tampoco en aquellas otras zonasgeográficas donde el Islam es mayoría;los regímenes serían escrupulosamenterespetuosos con el sistema democráticoy con total normalidad alternarían elpoder en lugar de apalancarse en él; la sociedad civil, culta, próspera – en parte gracias al equitativo reparto de los beneficios obtenidos por la explotación de sus cuantiosos recursos energéticos -cualificada y altamente desarrollada, no tendría necesidad de recurrir alterrorismo ni a otras formas de violencia
sistemática para desestabilizar ningún régimen no afín, expulsar a los “ocupas”occidentales de su territorio y granjearse las bendiciones de Allah en elmás allá, porque el más acá, ya se sabe,es un valle de lágrimas. Y si en ese idílico contexto Israel, el Estado hereje por naturaleza, deja de existir, mejor para los Occidentales: entonces si quede verdad estaríamos a salvo decualquier tentación de hacernos volar colectivamente en transportes públicos para recordarnos aquello de “Dios en la casa de todos, y cada uno en la suya”. Trivializar el peso y poder del pensamiento rigorista es peligroso.Quien piense que el terrorismo yihadistaes consecuencia de la ausencia desolución del problema palestino, se equivoca. El Estado palestino, tarde otemprano, será una realidad, y elterrorismo y el fundamentalismo seguirán siendo fórmulas válidas para la obtención de réditos políticos. Quien piense que el terrorismo yihadista esconsecuencia de la existencia del Estado de Israel en la región, padece de miopía intelectual grave. El contencioso con Israel ha sido la mejor excusa esgrimida por la mayoría de las dictaduras deOriente Medio para no afrontar las reformas necesarias para democratizar sus Instituciones y asegurar el bienestar de sus respectivos pueblos.
Marta González Isidoro
ESPECIALISTA EN RELACIONES INTERNACIONALES Y GESTIÓN YPREVENCIÓN DE CONFLICTOS INTERNACIONALES
El terrorismo yihadista es una guerra contra Occidente, porque defendemos valores tan letales como la libertad
Oriente Medio: el peligro de una nueva guerra
SEGURIDAD Y CONFLICTOS
SI LA COMUNIDAD INTERNACIONAL DECIDIERA RETIRAR SUS EFECTIVOS MILITARES DE ORIENTE MEDIO, LA CONTENCIÓN DEL TERRORISMO NO SERÍA POSIBLE los movimientos fundamentalistas se debe a la despreocupación y desconexión durante décadas entre los Estados y la sociedad civil, espacio ocupado por movimientos llamados
de resistencia
– hoy terroristas, como
Hamas
,
YihadIslámica
o
Hizbollah
–que aseguraban tanto las necesidades materiales básicas de la población –sanidad, educación, formación laboral,asistencia social – como la lealtad y adhesión espiritual a la causa. Quien piense que el terrorismo yihadista es consecuencia de la política de Occidente en Oriente Medio reduce su esquema de argumentación a la mínima expresión.Aun cuando la Comunidad Internacional decidiera retirar sus efectivos militares de Oriente Medio, la contención del terrorismo no sería posible, sino que,por el contrario, aumentaría su intensidad y pondría en riesgo la estabilidad interna de los regímenes hoy favorables a la alianza occidental. El terrorismo yihadista es una guerra contra Occidente, porque defendemos
valores tan letales como la libertad y vivimos sometidos al imperio de larazón y el derecho. Pero es también una guerra contra el Islam. Contra los principios de un Islam mayoritario,sensato y moderado, que se esfuerza por encontrar los mecanismos que hagan compatible el respeto por sus valores tradicionales con los principios de una modernidad que abandera no sólo el desarrollo tecnológico y de mercado, sino también la globalización de derechos y obligaciones como seña de identidad. La forma de vida y pensamiento que nos define a los que nos sitúan en el campo de la cultura judeocristiana es la heredera de ese proceso de librepensamiento que comenzó hace cinco siglos. Una partede la sociedad árabe e islámica ha iniciado – aun con dudas – ese proceso.Un proceso que, sin embargo, asusta a una minoría muy radical y cada vez más extendida, cuyo objetivo declarado esliberar toda la que algún día era tierra del Islam desde Al-Andalus hasta Irak.
Líbano, Afganistán, Irak, Irán yPalestina son, en la actualidad, loscinco frentes de conflicto que laComunidad Internacional tieneabiertos en la zona. Frentes militares– Líbano, Irak y Afganistán – y diplomáticos – Palestina e Irán – a los que hay que añadir Siria por el papel que el régimen de Bashar el Asad sigue jugando en la desestabilización de su entorno regional a través del apoyo al grupo terrorista
Hizbollah
y el rearme de milicias en Irak. Alianzas
contra natura
en Irak, Líbano o Palestina son señales claras de que nuevos vientos corren por Oriente Medio. El Nuevo Orden para Oriente Medio, lleno de prosperidad y esperanza con que soñara el pragmático líder israelí Simon Peres,sigue siendo una utopía. Esperemosque la razón termine imponiéndose a la sinrazón, y esos vientos no traigande nuevo una guerra. Esta vez, las consecuencias no serían catastróficas.Serían devastadoras.
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